A finales de siglo llegaron las faldas acampanadas ceñidas con un cinturón que se acompañaban de una blusa de cuello alto y mangas abullonadas con una chaqueta corte y ajustada.
El sombrero pasó a ser una sencillo engalanado con una pluma o un lazo.
Los complementos más utilizados eran los parasoles, los pequeños bolsos, abanicos y mutones.
También aparecieron los primeros pantalones gracias a Amelia Bloomer. Eran anchos y estrechos en el tobillo con una falda mas o menos a media pierna sobrepuesta. Muchas los usaron pese a ser ridiculizadas, pero evolucionaron hasta desaparecer la falda y de un tejido tweed.
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