El tren y el carruaje de caballos eran los medios preferidos para quienes podían o no disponer de un medio de transporte propio en la época victoriana, ya que fue una época en la que gustaba de viajar y ver mundo, pero no todos podían permitirse tener un coche de caballos propio.
El más famoso fue el omnibus que apareció en 1860 y donde en un primer momento todos los pasajeros iban juntos. Con los años evolucionó hasta dar paso al tranvía eléctrico en 1889 con diferentes apartamentos para cada clase social.
El ferrocarril también evolucionó llegando a tener los de primera clase servicio de restaurante.
La reina Victoria I era una gran aficionada a viajar en tren.
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